¿Qué dicen tus rasgos faciales sobre tu personalidad?
Existe una disciplina que se ocupa de investigar la relación que hay entre los rasgos del rostro y los aspectos psicológicos de una persona y se llama morfopsicología.
Esta ciencia se encarga de estudiar el carácter, la forma de pensar, las actitudes, las capacidades y la personalidad de una persona a través de los rasgos de su cara y de los elementos que la componen.
Para lograr esto, el rostro humano puede dividirse en tres áreas y la predominancia de una u otra pueden indicar el temperamento y el modo de ser de quien se observa. La zona más desarrollada nos puede ayudar a descubrir si la persona es más cerebral, sentimental o intuitiva.
Los tipos de persona y sus características clave
Si se trata de una persona cerebral, tendrá más marcada la región de la frente, las cejas y los ojos y su característica será ser pensante y reflexiva. Si es sentimental, resaltará más la zona de las mejillas, pómulos y nariz.
Será una persona empática, emocional y con una predisposición a cuidar de los demás. Por último, sabremos si es intuitiva y se deja llevar por sus impulsos si sobresale la mandíbula, la boca y el mentón.
Otros aspectos importantes de conocer son el marco y los receptores. El primero indica cómo está formado el rostro: es la forma del mismo y según su amplitud nos da la pauta de la energía y vitalidad de esa persona. En relación con esto, están los receptores que son los ojos, nariz y boca y que, de acuerdo a las dimensiones, se podrá saber dónde se gasta más o menos energía.
El tono se relaciona con la firmeza del rostro y también con el grado de vitalidad de la persona.
El modelado es un aspecto que va a variar de acuerdo al grado de socialización de la persona, de su adaptación al entorno y de la facilidad que tenga para las relaciones interpersonales.
¿Para qué se usa la morfopsicología?
Es muy utilizado en el ámbito empresarial, de relaciones humanas y de contacto social. Se la aplica en la selección de personal para tener una idea aproximada acerca del carácter, personalidad y características emocionales y psicológicas de quien se está evaluando.
En el campo de la psicología se utiliza para comprender mejor algunas personalidades y para tener algunos conocimientos extras antes de realizar un diagnóstico. Es usado también por docentes, trabajadores sociales, investigadores, etc para poder anticiparse y conocer posibles aspectos y reacciones de las personas con las que se vinculan.
Al ser una pseudociencia, sus predicciones no son exactas y solo están basadas en una observación sistemática de varios casos que hacen arribar a conclusiones que luego se aplican para generalizar. Si bien es bastante acertada la morfopsicología en sus estudios, tampoco podemos afirmar sin margen de error, que una persona es de una manera por poseer un determinado rasgo físico.
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