El arte de no complicar lo sencillo
En la vida hay cosas sencillas y complejas. Por medio, un sinfín de asuntos de diferentes niveles de dificultad. Ahora bien, si todo cuanto es simple lo elevamos a la máxima potencia, acabamos por vivir una existencia realmente problemática. Por eso es una buena idea leer a Jonas Jonasson, porque hace del sentido común su bandera.
En la literatura de Jonas Jonasson, destaca su enorme apuesta por simplificar lo que ya de por sí es sencillo, usando lo lógico y el sentido común. Obviamente, este hecho muestra un mundo en el que las malas formas, las personalidades extravagantes y la estupidez campan a sus anchas en un caldo de cultivo verdaderamente peligroso.
“No hay nada que dure para siempre, salvo, tal vez, la estupidez generalizada.”
¿Quién es Jonas Jonasson?
Jonas Jonasson es un escritor sueco poco prolífico, pero que ha aterrizado con fuerza en el panorama literario mundial gracias a la obra que le ha hecho famoso a nivel internacional, “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, de 2009. Jonasson nació en la localidad sueca de Växjö, en el seno de una familia de clase media. Su padre conducía ambulancias y su madre era enfermera.
El escritor estudió español y sueco en la Universidad de Gotemburgo, aunque su actividad profesional le llevó hasta el mundo del periodismo, trabajando en el diario de su localidad natal, el Smalandsposten. Esto le guió para fundar en 1996 su propia empresa mediática, OTW, que llegó a convertirse en un referente en su país gracias a su arduo trabajo.
Sin embargo, Jonas Jonasson saltó a la palestra literaria internacional en 2009, gracias a la publicación de su primera obra, la genial y divertida “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, que incluso ha sido llevada al cine. Posteriormente, en 2013, confirmaría su buen trazo para la prosa con “La analfabeta que era un genio de los números”.
Jonas Jonasson y la historia del siglo XX
Si hay algo por lo que destaca la potente y divertida narrativa de Jonas Jonasson, es por su amplio conocimiento de la historia reciente del mundo. El siglo XX es un caldo de cultivo excelente para este escritor.
A través de un personaje central, que suele actuar como hilo conductor de la historia, Jonas Jonasson narra con acierto algunos de los acontecimientos que han marcado nuestra actualidad, siempre desde un punto de vista verdaderamente sarcástico.
Lo curioso es que el personaje central de la narrativa de Jonasson suele ser una persona con bastante sentido común. Tienen la mirada más bien inocente, pero sabia, de una vida que podría ser mucho más sencilla, pero no lo es por la estupidez humana de querer complicar todo, aún no siendo necesario.
Así pues, sus personajes centrales interactúan con imaginarios Stalin, Truman o Einstein, procurando diferentes miradas a la historia reciente de la humanidad, que se ha salpicado de malentendidos y casualidades, algo que define el mundo actual en el que vivimos.
“Así funcionaban las cosas en la vida: lo correcto no era necesariamente lo correcto, sino lo que el que mandaba decía que era correcto.”
La genialidad de Jonas Jonasson
Para muchos, tal vez la mirada afilada e irónica de Jonasson sobre nuestro mundo puede parecer simplista. Obviamente, no todos los problemas se pueden solucionar con una conversación de bar al calor de varios vasos de agua ardiente. Sin embargo, en base a grandilocuencias, locuras, imaginaciones imposibles y creencias ciegas e improbables, tampoco parece que hayamos conseguido gran cosa en la actualidad.
Jonasson muestra un mundo de rumbo incierto, a través de personajes que buscan su sitio en un planeta que no les entiende y que se empeña en hacerles la vida imposible, aunque ellos simplemente quieren tranquilidad y normalidad. Lo cierto es que, si lo pensamos bien, ¿no es algo de tranquilidad, paz y sosiego lo que buscamos todos? ¿No sería la vida algo más sencilla si cada uno se dedicase a lo suyo, y dejase de inmiscuirse en los asuntos del vecino?
Tal vez esta sea la mayor enseñanza que aprendemos al leer a Jonas Jonasson. Dedícate a lo tuyo, ten la mirada limpia y en paz, y deja tranquilos a los demás con sus problemas. Quizás así todo sería mucho más simple, comprensible y cómodo para todos. Pero solo quizás…
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