¿COMO NOS AFECTA EL ESTRÉS LABORAL?
Casi todos lo hemos sufrido. Existen demasiadas ocasiones en las que nos vemos presionados en el trabajo, y estas situaciones desencadenan un estado de estrés.
El estrés laboral causa a su vez una serie de síntomas que nos pueden afectar a nuestra vida normal y disminuyen nuestra calidad de vida, por lo que es necesario controlarlo.
- Falta de claridad de ideas
- Dificultad a la hora de tomar decisiones
- Mal humor
- Repercusión en el sueño y en el nivel de cansancio general
- Trastorno en los hábitos alimenticios
Todos estos síntomas, no son más que la respuesta de nuestro cuerpo a esta situación de estrés. Sin duda alguna, como coinciden muchos expertos, el estrés no es nada malo por si mismo ya que nos ayuda a mantenernos concentrados en los objetivos planteados. Sin embargo, situaciones prolongadas de estrés excesivo pueden significar un auténtico daño para nuestra salud.
La psicóloga y consultora de empresas Elisa Sánchez comenta en “Cinco días”, que el estrés laboral es aquel que se desarrolla en un contexto organizativo. Para Elisa los causantes del estrés son varios:
- Sobrecarga de trabajo en relación con el tiempo del que se dispone para realizarlo
- Las relaciones interpersonales
- La incertidumbre que genera un contrato temporal
- la inconformidad con el nivel salarial
Otro punto a destacar según la experta, es el estrés que sufren los grandes cargos de responsabilidad como los directivos. Las grandes repercusiones económicas de sus decisiones, sus continuos viajes y cambios de horarios sumados a las largas jornadas laborales que suponen una disminución del tiempo de ocio y descanso, provocan mayores niveles de estrés.
Aún así, hay que tener claro que el estrés se puede controlar. Para ello podemos acudir a un experto, o intentarlo por nosotros mismo si los niveles aún no son graves. La relajación muscular y el vació de mente, son algunas de las técnicas psicológicas que recomiendan los especialistas para poder hacer una valoración de manera objetiva de la situación e intentar manejarla y controlarla.
Cómo recuperarte del estrés del trabajo
Aunque algunos trabajos son más estresantes que otros, cualquier ocupación puede generar estrés y acabar por mermar o agotar nuestros recursos psicológicos y físicos. Pero incluso aunque no puedas evitar el estrés de tu trabajo, sí puedes hacer algunas cosas para recuperarte en tus ratos libres o fines de semana y comenzar la nueva jornada laboral como nuevo.
El estrés producido por el trabajo puede afectarte de dos modos diferentes: fisiológico y psicológico.
Por una parte, el estrés hace que se produzca una activación fisiológica que, si se mantiene en el tiempo, acaba produciendo cansancio y elevando los niveles de hormonas del estrés que, de mantenerse así de de manera crónica, pueden dar lugar a diversas enfermedades.
Por otra parte, los recursos psicológicos que una persona utiliza pueden verse también afectados.
Por ejemplo, la confianza, el optimismo, la sensación de autoeficacia o la motivación, entre otros, son parte de estos recursos psicológicos que pueden venirse abajo a causa del estrés.
La recuperación solo es posible cuando el estresor no está presente, es decir, en tus horas libres, en fines de semana, o en vacaciones. El problema es que muchas personas salen del trabajo pero se lo llevan encima de algún modo, bien porque siguen pensando en preocupaciones laborales, o bien porque realizan trabajos en los que se espera de ellos una disponibilidad casi total, recibiendo llamadas de clientes casi a cualquier hora.
Por tanto, el primer paso esencial para la recuperación consiste en programar periodos de tiempo (preferiblemente diarios, y no solo en fines de semana) en los que te olvides completamente del trabajo, así como realizar algunas actividades que ayudan a la recuperación.
Ten en cuenta que, aunque las vacaciones sirvan para recuperarte, sus efectos van a durar poco si no dedicas también periodos de tiempo durante la semana a la recuperación del estrés sufrido en el trabajo. Las personas que pueden desconectar del trabajo durante sus ratos libres tienen un mejor estado de ánimo y menos fatiga al día siguiente.
Y los que desconectan durante el fin de semana comienzan la semana sintiéndose recuperados y con más energía.
Estrategias de recuperación
Actividades sociales. Pasar un rato con los amigos, hablar con ellos por teléfono, asistir a una fiesta, etc. Al estar con personas de confianza, la gente controla menos sus emociones, por lo que puede estar más relajada y recuperarse. Además, estas actividades generan emociones positivas y ayudan a olvidarse del trabajo durante un rato.
Actividades físicas. Practicar un deporte, acudir a un gimnasio, bailar... El ejercicio no solo facilita la distracción sino que también hace que aumenten tus niveles de endorfinas, produciendo una sensación de bienestar. La actividad física también hace aumentar los niveles de serotonina y dopamina, que tienen un efecto antidepresivo.
Los retos. Aunque buscar retos y tratar de superarlos requiere esfuerzo, tiene un efecto muy positivo. Los retos pueden ser cognitivos o físicos. Los primeros son actividades como hacer algún cursillo, jugar a vídeo juegos, aprender algún idioma, realizar actividades de voluntariado, etc. Se trata de elegir actividades que puedas dominar y que te van a ayudar a aumentar tu sensación de autoeficacia, confianza, autoestima y competencia, y a crear nuevas habilidades y destrezas. Es decir, te ayudan a recuperar tus recursos psicológicos agotados por el estrés o a crear otros nuevos. Los retos físicos, como aprender algún deporte, además de aportarte beneficios físicos, también te ayudan a recuperar tus recursos psicológicos (elige un deporte que se te de bien y puedas dominar).
Actividades de distracción u ocio. Cualquier actividad que te sirva para distraeré o entretenerte puede ayudarte a desconectar y recuperarte del estrés de la jornada. Incluso las tareas domésticas o las actividades relacionadas con el cuidado de niños pueden servir porque te ayudan a olvidarte del trabajo y centran tu atención en otras cosas.
Las actividades más pasivas y relajantes, como ver la tele, escuchar música, practicar relajación, leer una novela, pasear, etc., te ayudan sobre todo con el estrés fisiológico, porque te permiten descansar tu cuerpo en un ambiente libre de estresores laborales.
El control del tiempo. Esto es muy importante para personas que no tienen establecida una línea muy clara entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre. Procura establecer horarios para descansar y, durante ese espacio de tiempo, apaga el móvil que usas para trabajar y desconecta tu mente del trabajo.
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